A lo largo de su vida, Vilhelm Lauritzen se rigió por el principio de que la arquitectura es arte aplicado y que ambos términos, “arte” y “aplicado” son igual de importantes. «No hay vida sin estética» fue otra de sus convicciones más firmes.
Vilhelm Lauritzen llegó a lograr un magistral dominio de la iluminación tanto natural como artificial. La luz natural estaba muy presente en sus proyectos arquitectónicos: creaba ventanales que daban al sur y al oeste para combinar la cálida luz del sol con la luz del cielo, más fría, que entraba por las ventanas que daban al norte y al este. Se trataba de un enfoque que desviaba la atención de las superficies limitadas de las paredes de la propia habitación. La luz escultural destaca y ensombrece personas y muebles.
Las luminarias de Lauritzen parten de esa misma idea. Combinan una luz muy dirigida que crea sombras definidas, con una iluminación más amable y difusa que suaviza y matiza las habitaciones. Vilhelm Lauritzen diseñó su primera luminaria en 1926-29 para Fritzsches Glashandel. Se trataba de una lámpara de suspensión que recibió el nombre de Universal. Como buen funcionalista que era, Vilhlem Lauritzen dedicó toda su vida a desarrollar y mejorar sus luminarias. Sus primeras luminarias, diseñadas para Radiohuset, comenzaron a aparecer en los catálogos de Louis Poulsen a mediados de la década de 1940. En los años 50, en sintonía con el avance de sus principales encargos de construcción, la gama Lauritzen creció para incluir una selección más amplia y variada de accesorios.
La revista de Louis Poulsen, NYT, que Poul Henningsen fundó y editó hasta su muerte en 1967, publicó sin tapujos el intercambio de opiniones entre Vilhelm Lauritzen y PH sobre iluminación y luces. PH definió a Lauritzen como “uno de los grandes referentes de la arquitectura moderna”. Así fue como PH escribió sus columnas, famosas por criticar abiertamente las luminarias de Lauritzen: con cariño y respeto. PH exigía que detrás de cada forma y perfil hubiera una explicación clara, idealmente, una racional y científica. Lauritzen no tardó en responder y defender sus luminarias, cuya creación se basaba irrefutablemente en estudios de ingeniería y razones funcionales. (NYT 148 y 149, 1954).
La larga relación profesional entre Louis Poulsen y Vilhelm Lauritzen Arkitekter
En 1969, Lauritzen abandonó el estudio de diseño que había fundado en 1922. Sin embargo, el estudio ha seguido funcionando todos estos años bajo la batuta de diferentes generaciones de socios. Vilhelm Lauritzen Arkitekter sigue siendo una de las firmas de arquitectos más importantes de Dinamarca.
A lo largo de los años, Louis Poulsen ha trabajado con VL Arkitekter en varios proyectos. Por ejemplo, en 1984, Jens Ammundsen, un arquitecto de la firma, trabajó con Louis Poulsen en una nueva lámpara de estudio para Radiohuset; un modelo halógeno que posteriormente LP lanzaría al mercado.
En 2004, Louis Poulsen y Vilhelm Lauritzen Arkitekter colaboraron con los especialistas en techos Rockfon Lofter y la empresa de ventilación Lindab para abordar un gran proyecto que buscaba crear un sistema de techado con una estética que integrara todas las funciones necesarias: acústica, iluminación y ventilación. La colaboración recibió el Danish Design Award en 2007.